Muy buenas, querida comunidad positiva:
Hoy te voy a proponer un tema muy relevante, dados ciertos signos negativos que existen en la sociedad actual. Y además, a los especialistas en Psicología Positiva nos preocupa y molesta especialmente dado que muchas personas piensan que nos dedicamos sobre todo a promover el hedonismo. Y para nada, sabemos que el hedonismo nos está haciendo mucho daño. ¿A qué me refiero? Por supuesto disfrutar no es malo. Saborear cada mañana el café, que nos guste que nos abracen, reírnos con un chiste o este tipo de cosas por supuesto es estupendo. Hasta bueno para la salud física y mental. El problema surge cuando caemos en la adicción a lo hedónico. A lo puramente placentero. Es algo que ocurre cada vez más, ya que por un lado es fácil y por otro, ciertos puntos de la cultura están potenciando ese problema. Si lo pensases conscientemente, seguro no querrías estar 2 horas al día en Instagram, pero Instagram investiga la manera de hacernos adictos dado que es como ellos ganan dinero. Quizás a ti solo te parece adecuado tomar una onza de chocolate, pero si no mantienes tu capacidad de autorregulación, puedes tomarte toda la tableta. EL circuito cerebral de la recompensa, dominado por la secreción de la dopamina, es el que nos brinda la sensación de placer. Pero en su origen fue creado para cosas relacionadas con nuestra supervivencia y funcionamiento óptimos. Ahora estamos experimentando cada vez más problemas con cómo y cuando se activa y eso es lo que te propongo cambiar.
La mayoría de las personas con las que trabajamos confiesan que se dejan llevar por placeres vacíos con mucha más frecuencia de lo que les gustaría. Y eso nos hace más daño de lo que nos damos cuenta. Destruye autoestima, dado que nos vemos débiles o inmaduros, genera problemas (deteriorando la salud cuando se come de modo insalubre o se renuncia a hacer deporte, causa estrés cuando procrastinamos o excesos de gastos si caemos en la adicción a comprar, por ejemplo) y nos aparta de nuestro mejor self posible y de nuestra mejor vida posible.
¿Qué solución podemos diseñar? En otros vídeos os he hablado del entrenamiento en autorregulación, con el mindfulness, para poder entrenar nuestra mente o la compasión, para poder gestionar mejor el sufrimiento y aumentar nuestra amabilidad, optimizar nuestra tendencia a cultivar nuestras aspiraciones, y hoy añadimos otra propuesta esencial: estructurar tu diseño de vida en base a tus verdaderos valores.
Esta es una pregunta que me hacéis mucho. Pero si después de un día duro de trabajo o porque tuve una discusión, me zampo una pizza de cena, ¿eso no es compasión, eso no es premiarme, reforzarme? Pues no, eso es complacencia. Está muy bien que quieras cuidar de esa dureza que has vivido, pero esa pizza ¿es lo que más te ayuda con esa frustración? No suena más bien a un reforzamiento a corto plazo, impulsivo, que luego te traerá consecuencias negativas (por insano, porque después de terminarla seguirá el mismo malestar previo o peor si has roto tu plan de alimentación saludable…). La compasión supone atender sabiamente al sufrimiento, basado en tus valores, sin crear otras formas de sufrimiento. Premiarse a corto plazo con consecuencias negativas, no es compasión, sino complacencia.
Entonces, para evitar caer en estas formas de hedonismo, impulsividad y trampas al corto plazo, ¿Qué puedes hacer? Fortalecer la consciencia y los métodos de cómo realmente quieres vivir. El método de los 3 diarios del vídeo anterior te puede ayudar, sobre todo escribiendo tus propuestas basadas en valores. Yo recomiendo comenzar cada mañana haciendo una lista de qué valores quieres priorizar y encarnar hoy y al lado, QUÉ PODRÍA HACER para conseguirlo. Por ejemplo:
| Nº | Qué valores quiero priorizar | QUÉ PODRÍA HACER para conseguirlo |
| 1 | Tratarme bien y mejorar mi autoestima | a) Mientras camino hacia el trabajo dejo el móvil y pienso cómo quiero hablarme mientras gestiono mis tareas b) Cuando me mire en un espejo me centro en lo que necesito o disfruto las partes de mi que más me gustan (y no al revés) c) Escribo diariamente lo que más me gusta de mi y de como trato a la gente, como contribuyo a un mundo mejor, etc. |
| 2 | Gestionar mi tiempo libre como auténticamente deseo | a) Consciente de que me quita mucho tiempo, pongo el móvil en modo avión 1 hora para poder estudiar aquello que me gusta tanto, disfrutar de estar tranquilo, decidir que planes voy a proponer a mis seres queridos. b) Creo una agenda con proyectos que me ilusionan y voy detallando mi progreso en ellos |
| 3 | Consumir adecuadamente, consciente de las necesidades mías y del mundo | a) Invierto cierto tiempo en revisar mi vestuario para ver si puedo adaptar prendas y no caer en comprar cosas que no necesito y que contribuyen a la contaminación b) Pienso qué me parece adecuado comer hoy o esta semana; puedo comer alguna cosa que no sea tan sana, pero lo decido conscientemente y no bajo una alteración emocional. |
| 4 | Quiero tratar de un modo excelente a la gente con la que me relacione | a) A veces siento pereza a la hora de cuidar a mi pareja o amigos, pero me comprometo a tomar las decisiones en base a mis valores de cuidado, co-responsabilidad, etc., en vez de influida por estados temporales |
Y así puedes ir construyendo tus estructuras ideales de valores. Es fácil dejarse llevar por los impulsos, los placeres o los pseudovalores, pero cuanto más caigamos en ello, peor acabará nuestro estado psicológico y la satisfacción con nuestra vida. Es precioso y muy beneficioso plantearte a menudo cuáles son tus valores esenciales y qué tienes que hacer para que se expresen adecuadamente. Como sabes, toda la Psicología Positiva nos está ayudando a que sepamos diseñar los mejores yos posibles, las mejores vidas posibles, las mejores sociedades posibles. ¡Qué maravilla! Ojalá pronto se hable de esto en todas las escuelas y hogares.
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Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por ser parte del cambio positivo.