¿Qué es la compasión?
La primera reacción ante la palabra “compasión” en países de tradición católica es con frecuencia de rechazo. Solemos asociarla a lástima, situaciones de pobreza, pena o malestar. Aquí nos referimos a algo muy distinto. Queremos transmitiros uno de los recursos para potenciar la felicidad que más evidencia científica está brindando.
¿Cómo se define la compasión?
Etimológicamente, estamos hablando de los vocablos cum+passio, que podríamos traducir como “sufrir con”, “sufrir juntos” o “tratar con emociones”.
Definimos la compasión como “la capacidad de percibir y comprender el sufrimiento (propio y ajeno) que activa una intención auténtica de eliminarlo o reducirlo, unido al conocimiento de cómo hacer esto de modo eficaz. Está conectada con el deseo de que todos los seres sean felices” (Taibo Corsanego, I., 2018)
Al desarrollar este conocimiento, no sólo conseguimos sufrir menos, también sufrir mejor. Como también trabajamos en lo que nos pasa con los demás, nos liberamos de múltiples enganches de la mente. Incluso en la medida de lo posible también les ayudamos a sufrir menos ahora y en el futuro. Punto importantísimo, ya que así contribuimos a la reducción del sufrimiento del mundo, lo cual mejora mucho la estabilidad y profundidad de nuestra felicidad.
Trabajemos en que todo el sufrimiento que experimentemos sea constructivo, que nos ayude a crecer.
¿Para qué aprender compasión?
Antes de comenzar el proceso de formación e investigación, quizás quieras saber para qué te puede servir. Son muchos los posibles beneficios, pero aquí te brindamos algunos ejemplos de lo que estamos consiguiendo con el desarrollo de nuestra capacidad de ser autocompasivos y compasivos con los demás:
1. Aprender a tratarte mejor a ti mism@, generando así una SANA AUTOESTIMA. Buscamos sustituir las “voces interiores” de la autocrítica y la dureza por la amabilidad, la construcción y el apoyo. Minimiza la exigencia, el perfeccionismo y deja de sentirte alterad@ por tu propia actitud dañina.
2. Afrontar y llevar mejor las adversidades. Si alguien nos ataca o algo no sale como esperábamos, apoyarnos en estas técnicas para no caer en la desesperación o ansiedad excesivas. Así reducimos el enganche emocional y psicológico a las circunstancias. Nos sentiremos más ESTABLES, SÓLIDOS, IMPERTURBABLES a pesar de las dificultades que atravesemos.
3. Mejorar la conexión y comprensión con los demás: es muy importante para nuestra felicidad que no tendamos a estresarnos por los sucesos cotidianos, y para ello, ser capaces de comprender el sufrimiento, las motivaciones, la felicidad o los “errores” de los demás, que ocurren continuamente. La sociedad necesita que tengamos una buena capacidad social, que no se nos enquisten las diferencias que aparezcan entre nosotros, y sepamos convivir con ellas. Tener una tendencia natural a trabajarlas, solucionarlas. Así disfrutaremos de más habilidades sociales, relaciones más sólidas y profundas, familias más armoniosas, convivencias más pacíficas y, muy importante, SOSTENIBLES.
4. Apertura a la felicidad y el potencial: como expertos en Psicología Positiva, la Ciencia de la Felicidad, sabemos que, paradójicamente, una de las habilidades que más necesitamos para tener un buen nivel de bienestar sostenible, es la de sentirnos capaces de tolerar y gestionar el malestar. Cuando siento esta capacidad, se reducen los miedos y las preocupaciones de cómo me pueden afectar los eventos, lo cual favorece que mi mente se oriente a lo constructivo. Sin dicha preocupación, aparece el optimismo, el sentido del humor, la bondad, el altruismo, etc. O sea, la gente que percibe que puede manejarse bien con el dolor, tiende a orientarse a la felicidad, avanzando hacia la plenitud.
5. Generar una ética global: si no tenemos una buena capacidad de comprensión, actitudes justas y bondadosas, habilidad para reducir el malestar y potenciar la felicidad en nuestros trabajos, escuelas, familias, dentro y fuera de nosotros, ¿cómo funcionará el mundo? Seguro que al leerlo te vienen a la mente múltiples situaciones donde la propuesta te encaja perfectamente. Desarrollando tu capacidad compasiva, y ayudando a otros a que la desarrollen también, aportas tu grano de arena a la mejora de nuestra sociedad.
¿En qué consiste nuestra formación gratuita?
- Te ofrecemos gratuitamente y sin compromiso un programa de un mes de Entrenamiento en Compasión.
- El formato es totalmente online, puedes practicarlo desde cualquier lugar.
- El material consta de unos breves textos, un vídeo explicativo, pero sobre todo unos audios (de entorno a los 20 minutos cada uno), que deberás practicar cada día.
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