¡Buenas de nuevo! Espero que te encuentres muy bien. Hoy quiero hablarte de otro tema retador, pero de un gran impacto positivo. Quizás has ido aprendiendo varios factores de Psicología Positiva con nuestros videos o los recursos gratuitos que tenemos en www.positivarte.com, pero… ¿Cómo está tu Psicología Positiva Interna? ¿Sabes cuáles son los dos indicadores principales de ello?
- Tu nivel de bienestar y satisfacción con la vida.
- El tipo de impacto que estás ejerciendo sobre los demás.
Vamos con lo primero. Supongo que a estas alturas si nos sigues, ya habrás hecho el test gratuito de fortalezas. Tenemos nada menos que 24 fortalezas o virtudes y ponerlas en marcha cotidianamente es una de las maneras con mayor validación científica existente para potenciar nuestro bienestar. Pero la Psicología Positiva es mucho más: aprender a tener una visión basada en el optimismo en la gestión de tu vida, saber cómo generar Flow o experiencia óptima en buena parte de las actividades que llevas a cabo, practicar meditación mindfulness y compasión para desarrollar tu estabilidad emocional, capacidad de disfrute de tu presente así como una poderosa gestión positiva de tu sufrimiento, aprender a construir relaciones de buen amor, sentir una gran conexión con tu sentido del humor, para ti y para hacer reír a los demás, resiliencia, valores, inteligencia emocional, creatividad, entusiasmo, gratitud, autoestima y autoaceptación… y más. ¿Tienes buenos niveles de estos maravillosos factores?… y si la respuesta es no en algunos de ellos… ¿reconoces la importancia de esto no solo en tu vida, sino también en la de tus personas cercanas y la sociedad en la que vives?
Efectivamente: el primer indicador está inevitablemente conectado con el segundo. Cuando estás un rato con una compañera, un hermano, una persona con la que te cruzas en la calle, ¿Qué impacto generas? (impacto positivo) una sonrisa, un estado de calma, ganas de abrazar o por ejemplo… (te confieso que esta es de mis favoritas) unas profundas y sólidas ganas de mejorar como persona (para sí mismos y para el mundo entero). ¿no te parece que una de las mejores cosas que podemos hacer con nuestra vida es desarrollar nuestras virtudes personales, ofrecérnoslas a nosotros mismos, a los demás y a la mejora del mundo? Pero por supuesto, también ocurre que, en ocasiones, todos impactamos también negativamente: favorecemos tensión, cansancio, inseguridad, preocupación, miedo… Ya sabes que no me gusta nada etiquetar en general y menos con el de persona tóxica. Todos causamos esto en algún momento. Pero es muy interesante hacerse esta pregunta. Observarlo para aprender y transformar en positivo. Si estoy generando este impacto negativo en los demás, es porque estoy sufriendo, tengo tendencias negativas, y necesito cambiar algo.
¿Qué podemos hacer con esto? Por supuesto es posible que existan problemas más graves y anclados; si es así, te recomiendo que acudas a un buen profesional de salud mental. Pero a nivel preventivo, tengo una recomendación muy muy interesante:
Comprométete a desarrollar con frecuencia tu Psicología Positiva. Te aseguro que no es difícil y los beneficios son increíbles. Mis valientes sienten que es tremendamente efectiva la estrategia de dedicar 5 o 10 minutos (¡¡eso no es nada!!), nada más levantarse, a leer libros bien fundamentados de Psicología Positiva y diseñar de modo muy muy concreto cómo vas a comenzar a incorporar esos aprendizajes dentro de ti y también hacia fuera. Algunos ejemplos serían:
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- Practicar el saboreo consciente mientras inicias el día.
- De camino al trabajo ir cultivando maneras de hacer reír o expresar cariño a tus seres queridos.
- En las pausas o esperas, aprovechar para agradecerte o valorar lo que más te gusta de ti o tu vida.
- Thich Nhat Hanh hablaba de generarnos frescura a nosotros mismos o a los demás.
- Practicar las intenciones compasivas mientras te lavas los dientes o haces la compra.
¿A que suena bastante asumible? Obviamente, las personas que no dedican ningún minuto de su vida a desarrollar su potencial, quizás se están llenando de las fotos que ven en las redes sociales, o de pensamientos rumiativos. Pero con hábitos saludables como estos, por pequeños que sean, estás introduciendo una transformación en tu cerebro. Y si le pones entusiasmo e ilusión, ese impacto neuronal será aún mayor. El crecimiento personal se fundamenta en cada minuto donde creas un hábito, actitud o contenido positivo. Mucho ánimo y a practicar todo lo que puedas.
Permíteme que hoy le dedique este vídeo a todas las personas que sentimos que nos van generando ese impacto positivo: nos hacen sonreír, reír, sentirnos queridos, cuidados, seguros, quieren lo mejor para nosotros. Infinitas gracias porque cada uno de esos ejemplos tiene un impacto positivo mucho mayor de lo que nos podemos suponer.
Deseo que te haya gustado el vídeo. Esperamos tus comentarios, y por supuesto, que te cultives, que te cuides y que también aportes al mundo todo lo que puedas. Otra forma genial de practicar es comentar lo que te haya parecido interesante de este contenido con tus seres queridos, y mejor aún si os animáis a practicar juntas, contribuyendo a #unmundomejor basado en valores absolutamente necesarios.
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por ser parte del cambio positivo.