TEL. 910164007 657803889 EMAIL: INFO@POSITIVARTE.COM

Psicólogos Vallecas y PositivArte te enseñan la Práctica de Autocompasión

  PositivArte te ayuda a descubrir el Mindfulness. Una técnica de meditación y atención plena con la que aprenderás a vivir el momento presente, el aquí y el ahora. Gracias a estos audios creados por el director de PositivArte, Iago Taibo Corsanego, podrás adentrarte en esta técnica milenaria de salud integral. Compartimos los fragmentos de los audios extraídos de nuestros talleres de Mindfulness y Compasión. Hoy, la práctica de autocompasión.

 Cuando encuentres tu postura ideal para realizar esta práctica, lleva tu atención a la respiración. Escoge el lugar de tu cuerpo donde la observes con mayor claridad y desde ahí observa como esta va ocurriendo. Inspiro y tomo consciencia de las sensaciones que ocurren cuando estoy inspirando. Y esporo y tomo consciencia de las sensaciones que ocurren cuando estoy espirando. Recuerda que la respiración es también un refugio, una práctica de realidad. Puedes volver a ella siempre que te encuentres alterado o alterada. Puedes tomar refugio en ella. Y cuando lo consideres oportuno, te invito a que empieces a tomar consciencia de tu valor como persona. Todo ser humano, todo ser en general, posee un valor y cada uno de nosotros posee una fuerte base fundamentada en la bondad.

 Te invito a que visualices ocasiones donde has actuado con bondad. Cuidando de un ser querido, por ejemplo, o incluso ayudando a alguien desconocido. Observa lo fácil que es darse cuenta de que todos tenemos valor solamente observando la bondad.

Quizás puedas disfrutar, sonreír, sentirte orgullosa, orgulloso de esto. Quizás conectando con esa bondad y ese valor intrínseco en ti y en los otros seres, puedas aprender a cuidarte, puedas aprender a tratarte de un modo compasivo, de un modo comprensivo, tratarte con afecto. A veces esta tarea será más difícil porque nos centremos, porque llevemos con frecuencia nuestra mente a aquello que consideremos errores, malas acciones, pero ¿Quién ha dicho dónde está escrito que debamos, o siquiera podamos, ser perfectos?

Todos tenemos que aceptar que somos falibles, que la perfección no existe y por el bien de la felicidad propia y universal. Toma consciencia, conecta con tu bondad, también con la bondad de los otros seres humanos. Permítete saborear, inundarte de todo eso bueno que te define. De todas esas intenciones positivas que vives, que salen de ti, como la voluntad de amar, la voluntad de dar cariño y recibirlo, el deseo de reír y hacer reír a otros, el placer de estar sereno, y de favorecer la serenidad de oros también.

 Toma consciencia de esa gran parte positiva que hay en ti, permítete disfrutarla también.

 Cuando a través de estas prácticas conectamos desde la estabilidad con todo lo que hay dentro de nosotros, podrás más fácilmente tener sentimientos de serenidad, de seguridad. Aceptando incluso las emociones negativas, los sucesos negativos del pasado, la duda o incertidumbre del futuro.

 Aceptar que muchas veces que la vida es difícil, que no tenemos control ni siquiera de nuestro propio cuerpo. Como dice Thay, ‘si tuviésemos un control total sobre lo que hacemos, ¿Cuántas personas decidirían voluntariamente ponerse a pensar en lo malos que son y lo poco que se merecen ser amados y las ganas que tienen de deprimirse, o robar o hacer daño a otros…?’

 A través de estas prácticas podemos conectar con la verdad de que todos sufrimos. Todos somos imperfectos, todos hacemos cosas que en algún momento consideramos errores, así que, si esa es nuestra naturaleza fundamental. Quizás podemos aceptarla, abrazarla y ser felices aun con nuestra imperfección. El criticarnos o bloquearnos por haber cometido errores o por ser altos o ser bajos, o ser guapos o ser feos. Es tan lógico como decirnos: ‘que royo que todos los días tengo que comer y dormir y respirar’, es no aceptar nuestra naturaleza y además centrándonos en lo que va mal o en lo que es mejorable.

Así que escoge entre poner tu mano en el corazón o abrazarte a ti misma o a ti mismo, y empieza a decirte a ti misma o a ti mismo. Que yo pueda cuidarme, que pueda aceptar la naturaleza imperfecta mía y de los demás seres.

 Pon ahora tu mano en el corazón o abrázate, que yo pueda aceptarme a mí misma y a las circunstancias tal y como soy.

 Siente el calor de tus manos, la bondad de ese abrazo que, por supuesto, puede venir en cualquier momento de nosotros mismos, cuando más lo necesitemos o en cualquier momento porque sienta esa voluntad. Abrázate o da calor a tu corazón.

Esta práctica, con delicadeza, con ternura, disfrutando la maravillosa posibilidad de ser feliz a pesar de las dificultades, de ser feliz a pesar del daño, de la incertidumbre, de aceptar la humanidad, de ser comprensivo con nosotros mismos y con los otros cada vez que sufrimos, cada vez que actuamos mal. Puedes abrazarte, acariciarte. Toma consciencia de que todos podemos ser felices, los errores son inevitables, pero podemos aprender de ellos y no bloquean nuestra capacidad de reír, de disfrutar con nuestros seres queridos, de seguir planeando como quiero vivir. Siempre que quieras, puedes contactar con esta parte positiva.

 Y antes de que esta practica finalice, mira a ver si quieres dejarte impregnar por el texto de esta semana: “Pregúntate, ¿por qué espero a que algo me haga feliz? ¿por qué no soy feliz ahora? Con la atención consciente desarrollamos el aprecio por el bienestar que ya se encuentra en nosotros. Cada instante que estas vivo se asemeja a una joya brillante que lleva en su interior la tierra, el cielo y las nubes.”

  Y nuevamente, antes de terminar, mira a ver si quieres y puedes agradecerte, sonreír, por haber estado dedicando esta practica a aprender a ser mas feliz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER PARA ESTAR AL DÍA CON NUESTRAS PUBLICACIONES

Scroll al inicio
× ¿Cómo puedo ayudarte? :)