Queridos amigos, aquí os dejo la transcripción de dos textos incluidos en el genial libro de mindfulness para niños Plantando semillas, escrito por Thich Nhat Hanh y la comunidad de Plum Village, que nos habla en concreto de las burlas que recibimos y el acoso escolar. Aunque sea un texto planteado más bien para niños y adolescentes, creo que todos recibimos críticas, muchas injustas y crueles, y me encanta poder compartir esta maravilla con vosotros: el tener un camino, una práctica, ante los ataques o diversas formas de daño que recibimos, así como el ejemplo de autocuidado y de desarrollo de la comprensión y compasión en nuestro interior. Como dice el gran maestro Thay, “paz en nosotros, paz en el mundo”. Espero que estos pedazos de su sabiduría nos sirvan a todos para ver lo que realmente es, y poder seguir siendo frescos, alegres y sólidos aún en momentos difíciles.
Un abrazo y muchos lotos para tod@s. ¡¡Espero que os guste mucho¡¡ Es muy emocionante!!
SÓLIDO COMO UNA MONTAÑA
Terry Cortes-Vega, maestra de escuela (Estados Unidos)
El maestro de Dharma Chan Huy se sienta, en nuestro retiro de fin de semana, ante más de sesenta adultos y seis niños, de entre 2 y 14 años.
- Sentaos, por favor, junto a mí – dice sonriendo Chan Huy, dirigiéndose a los niños.
Y cuando estos, entre saltos y risas, se congregan en torno a él en la tarima, les pregunta:
- ¿Cómo estáis hoy?
- ¡Ha nevado! – le informa de modo entusiasta Julia Kate, de 6 años.
- ¿Y a eso le llamas nieve? – pregunta sonriendo Chan Huey -. ¡Pero si ha nevado muy poco!
- ¡Pero aun así es nieve! – insiste ella-. ¡Yo he hecho una bola y se la he tirado a Alex!
- ¡Muy bien! – dice Chan Huy, sonriendo a los niños-. ¿Queréis preguntarme alguna cosa?
- Yo tengo una pregunta – dice suavemente Eliana, de 7 años.
- ¿Dime, Eliana?
- Quiero saber… – se detiene, dudando unos instantes, y luego prosigue- lo que haces cuando la gente se burla de ti por tu raza.
Chan Huy se queda mirando a la niña y se produce un largo silencio.
- Estoy intentando recordar la última vez que alguien se burló de mí por ese motivo – dice finalmente.
Los niños permanecen sentados en silencio, mirándole a los ojos y esperando pacientemente su respuesta.
- No recuerdo la última vez en que alguien se burló de mí por ese motivo – dice Chan Huy al poco-. ¿Cómo se burlan de ti los demás niños? – le pregunta a Eliana.
- Así – susurra la niña, estirando la piel de las sienes de sus ojos achinados, mientras los adultos presentes sentimos un nudo en nuestros estómagos.
- ¿Y qué haces cuando los niños se burlan así de ti? – le pregunta Chan Huy.
- Trato de ignorarlos – responde ella -, pero no me resulta fácil.
- ¡Hum! – Chan Huy hace una pausa y luego le pregunta-. ¿Y qué crees, después de asistir a nuestro retiro, que podrás hacer cuando los niños vuelvan a gastarte bromas por ese motivo?
Eliana piensa entonces unos instantes y lo mismo hacemos también los adultos. ¿Qué podría ayudar a esta hermosa niña? ¿Qué podría decirle yo que le sirviera? La sala se ve inundada por el silencio del corazón de los presentes buscando una respuesta.
- Creo que podría cantar <<inspirando, espirando>> (ver canción y movimientos aquí) – concluyó entonces suavemente Eliana.
Entonces los adultos toman una respiración profunda. A algunos se nos han saltados las lágrimas.
- ¿Te gustaría cantarla ahora? – pregunta Chang amablemente.
Eliana asiente con la cabeza. Chang se suelta el micrófono de su chaqueta y lo acerca a los labios de la niña. Ella empieza a cantar, mientras los adultos la acompañan cantando en voz baja.
Sé una flor. Ayudar a los niños con las burlas y el acoso escolar
PREGUNTA DEL NIÑO: ¿Qué puedo hacer, querido Thay, cuando los niños se burlan de mí?
THAY: Hay muchas formas de practicar. Si eres un buen practicante, puedes dirigir tu atención a la respiración y sonreír sencillamente a la persona que se burla de ti. No tienes que enfadarte, sino que basta con mirar a esa persona y sonreír. Eso le mostrará que no han logrado su objetivo de enfadarte. De ese modo, aunque no digas nada, tu mensaje será muy claro (<<Estoy en paz y no voy a enfadarme>>), lo que, para él, también será una enseñanza muy interesante. Pero eso solo podrás hacerlo si antes has practicado. Cuando alguien hace algo que te molesta, debes volver a prestar atención a tu respiración. <<Inspirando, sonrío. Espirando, estoy en calma.>> Mira a esa persona y pregúntate en voz baja: <<¿Por qué estará haciendo eso?>>. No es necesario que lo digas en voz alta. Solo tienes que mirar y sonreír a la otra persona para que, de tu interior, brote naturalmente la compasión. Entonces te darás cuenta de que la otra persona es infeliz, razón por la cual expresa su malestar a través de la violencia. Ya sabes que las personas felices no hacen infelices a los demás.
Así pues, cuando te sientas irritado, no digas ni hagas nada. Vuelve a ti, respira atento y dite: <<Inspiro y me siento en calma. Espiro y no voy a enfadarme>>. Sonríe como una flor y desarmarás a cualquiera. Entonces ellos aprenderán de t i. Conviértete en una flor.
¿Acaso deja de sonreír la flor cuando la provocas y la insultas? La flor sigue sencillamente sonriendo. Conviértete, pues, en una flor. Dite tú también, cuando alguien pretenda provocarte: <<Inspiro y me siento fresco como una flor. Espiro y me siento tan estable como una montaña>>. Dentro de ti hay una flor y una montaña.
Obviamente, todos nos sentimos heridos cuando alguien nos insulta. Eso es algo natural. Pero, si haces un buen uso de la flor y de la montaña que hay en ti, dejarás de verte afectado por lo que los demás digan. Cuanto antes empieces tu práctica, antes te convertirás en un gran practicante y antes podrás ayudar a otras personas, incluidos tus hijos y tus nietos.
¡Pero ser pacífico no significa, sin embargo, que no debas cuidar de ti o defenderte! Por supuesto que debes hacerlo. Es muy importante que hagas algo más que respirar tranquilamente si alguien te molesta o amenaza en la escuela. Estés donde estés, debes cuidar de ti y sentirte seguro. Es muy importante, pues, que te protejas, te dirijas a un lugar seguro y cuentes inmediatamente a un adulto lo que ha pasado. No dudes en pedir ayuda a cualquiera adulto en quien confíes.